miércoles, 23 de diciembre de 2009

Líneas en el espacio


A principios de los años noventa Robert Llimós desarrolló una larga serie de cuadros y esculturas alrededor de la línea en el espacio. Como llegó Llimós A este resultado? Cuando se le pregunta, parece sencillo: “quería conseguir la línea en el volumen”, y hace un gesto con el brazo.

Mirando algunos de sus trabajos anteriores, vemos una tendencia a la abstracción, dando importancia a la parte gestual del trazo. En esta dirección, se obvia el objeto pintado para indagar en el gesto, los colores, la materia pictórica… Muchos artistas contemporáneos siguieron sus propias versiones de este camino. pero él sabia donde quería llegar Y, para materializar esta propuesta, intentó distintas técnicas más o menos complicadas, con resultados más o menos logrados. Hasta encontrar lo que podemos ver aquí: cuadros hechos con pintura, esculturas en hierro. Todo figurativo.

Pero el retorno a la representación figurativa se hizo con los recursos encontrados en la etapa anterior: no pinta, sino que dibuja con pintura, con trazos bien gruesos de pintura o hierro pintado, Y muestra un cuerpo, una cara o un conjunto de elementos, utilizando estos atributos. Intriga como, aun conservando en la escultura o en el retrato el aspecto figurativo, consigue reducir aquello que representa a elementos filiformes y no obstante mantener su volumen. Viendo estas piezas cerca de 20 años después, en ellas todavía brilla la potencia y la aparente simplicidad de la paleta de colores.


Si tengo que resumir lo que veo en esta muestra, lo más característico de la obra de Robert es que hace compatible un trabajo de búsqueda constante con el aspecto figurativo de la pintura. Otra característica es el trabajo de color, que todavía no sé como calificar. Pero me intriga.

Después viene el golpe de estado. Líneas en el espacio, eh? Pues ahora verás. Bruna Battistini y Marina Hamam se apropian de la reducción del motivo figurativo a la línea y la adaptan a su mundo. El resultado no podría ser más diferente.

Del mismo modo que lo hacen todo, al principio parece un juego. Cogen unas telas, algunos alambres y otros ingredientes secretos que no me han autorizado A revelar. Hacen hilos con los que juegan, les dan forma, empiezan a crear mallas semi-rigidas…El lenguaje se enriquece progresivamente. También depuran los materiales y los procesos de desarrollo.

Pero de donde sale este par? Marina viene del mundo de la cocina creativa y tiene experiencia en papeleria artesanal y en joyeria. Además ha sido la asistente de Robert Llimós durante 3 años. Se inicia aquí en las artes plásticas, lo que la ha llevado a inventar y desarrollar su propia técnica, de la que podemos ver aquí una primera muestra.

Bruna expuso por primera vez en 2001 en Brasil y desde entonces ha hecho varias exposiciones. Rápidamente su taller fue incluido en la lista de los principales lugares de arte de Sao Paulo. Al principio se dedicaba casi exclusivamente a la pintura, pero con el tiempo también ha ido desarrollando instalaciones para espacios públicos y usando otros materiales como por ejemplo tela. Esta es su primera exposición en Barcelona, aunque ha hecho algunas intervenciones con anterioridad. Para mencionar una muestra de ello, recuerdo unos premiados vestidos para mobiliario urbano hechos para combatir el frío del invierno.

Aquí han seguido trabajando con telas y materiales cuotidianos. En este caso, una parte significativa de las telas empleadas provienen del cierre de los últimos almacenes de tejidos que antes poblaban la calle del estudio donde trabajan, en la calle Sant Pere Més Alt. Esto es tan solo otro ejemplo del final del marasmo de la industria textil catalana, industria que creó nuestra burguesía, marasmo que provocó la invención de la marca Barcelona y el desarrollo del modelo turístico de la ciudad.

Mirándola, su obra transpira cierta fragilidad. Donde Robert emplea cobre y hierro, ellas usan materiales ligeros y tela. Quizá más frágil, pero también más expeditiva: donde él necesita una forja y un herrero, ellas con poco mas de lo que se puede encontrar en un taller de costura montan estructuras de tamaños de difícil asimilación. Marina desarrolla la línea hasta sus extremos y hace una pieza consistente en una estructura filiforme de unos 20 metros de largo, a la que luego da la forma que quiere.

En paralelo, Bruna junta las mallas y hace composiciones abstractas, o vuelve al cuerpo humano, a elementos figurativos. Lo que inicialmente eran mallas flexibles se definen a base de una conectividad extraordinaria, lo que los científicos llamarían una topología compleja. Se asemeja a una composición, como quien pinta un cuadro, pero en tres dimensiones.

La manera de trabajar el color tampoco podría ser más distinta. Donde el modelo reduce el color a lo más esencial, ellas adoptan un cierto barroquismo del colorido. La textura de la tela sustituye el lacado del mismo modo que las esculturas flexibles reemplazan la rigidez del hierro. Lo que parecía un caos de colores se organiza, van surgiendo tonalidades dominantes… Parece que entre las dos ya lo tienen: líneas en el espacio. Incluso Robert, al final, se une al esfuerzo, y hacen una pieza a medias.

Y aquí tenéis el resultado. Esculturas flexibles, algunas figurativas, otras más abstractas, con un carácter propio y no obstante en diálogo con la obra anterior. Líneas en el espacio. Un diálogo entre dos generaciones de artistas, con orígenes y culturas distintas.




Joan Llobera
Diciembre 2009.
Traducido del catalán.



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